30/3/09

Gracias




Gracias por vendernos mierda enlatada con la que alimentar nuestro colesterol, puesto que sin ella, seguiríamos cazando y cultivando para comer.

Gracias por irradiarnos la mente con electrones de telebasura, porque sin ellos seguiríamos tocando música con palos y cuerdas y contando historias junto al fuego.

Gracias por manipular las noticias para dirigir nuestra opinión de borregos, porque sin ellas no sabríamos qué tenemos que pensar de las guerras por el petróleo.

Gracias por pelearos por ser la mejor rata del laberinto y quitarnos nuestro queso, puesto que sin vuestro ejemplo seguiríamos preguntándonos qué es un laberinto.

Gracias por poner en nómina la esclavitud, puesto que así todo el mundo puede saber cuánto vale.

Gracias por darnos tantos dioses y demonios en los que poner causa y culpa, fe y terror, inspiración y obediencia, porque sin sus palabras a través de aquellos que hablan en su nombre, aún buscaríamos dentro de nosotros mismos la paz.

Gracias por hacer la pirámide más alta con una base más ancha, ya somos muchos y no todos nacemos de la sangre de los que han aplastado a los demás para estar arriba.

Gracias por las ideologías neoliberales y la democracia ultracapitalista, puesto que sin ella, aún pensaríamos que si un hombre cultiva su pan, tiene derecho a comérselo antes de que una corporación multinacional le denuncie por comerse sus genes patentados.

Gracias por la globalización y el rediseño del mundo, porque cuando todos nos sometamos al primer gobierno mundial, todos los anteriores intentos y fracasos, holocaustos y eugenesias, solo serán un recuerdo divertido.

Gracias por las virtudes del mercado internacional, porque si no fuera por ellas, aún creeríamos que no es justo hundir mercados tercermundistas y odiar a su gente cuando viene a nuestra casa a pedir pan.

Gracias por alienarnos con mundos de cine y fantasía donde todo es más molón y la violencia gratuita resulta divertida, porque si no fuera por ellos, aún recordaríamos las palabras de nuestros abuelos que vivieron una guerra de verdad y no podían dormir.

Gracias por ser todo aquello por lo que lucharé denodadamente por no convertirme jamás.


Porque aunque quieras que sea rata, borrego o vaca conectada a un ordeñador, todavía sigo pensando y sintiendo ese ser salvaje y puro que hay dentro de mí. Y aunque yo muera, él nunca lo hará.

Porque debajo de los levi’s y las converse. Las D&G y lacoste. Los tag heuer y hugo boss, sigue habiendo una vida que escapa a tu control, al control de lo racional y mental. Porque es más eterna que todo lo que puedas imaginar.

Por eso, gracias, por hacer que el esfuerzo de no olvidar sea tan costoso. Si no, tal vez, no valdría la pena vivir el ahora.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te noto tenso.

"Chus desde el Kotatsu"

lara_stroncy dijo...

Si no fuera porque no creo en los profetas, te pondría un altar. En serio, muy buen texto.