A veces cuesta más ponerse a hacer algo que hacerlo realmente. Es como diferencia entre la fricción estática y la dinámica: cuesta más empezar a mover una roca cuesta arriba que luego seguir empujándola una vez en movimiento. La misma inercia lo hace todo más fácil.
Y cuando uno está inspirado por una idea, todo resulta más fácil. Es como echar lubricante: todo entra más fácilmente.
Hacía una temporada ya larga, que mi creatividad estaba en segundo plano. Normalmente a mi mente vienen miles de ideas. Imágenes, diálogos, escenas, personajes, historias... no lo puedo evitar. Por eso a veces escribo. Otras los dibujo. O como este, los pinto.
Pero la rutina, el estrés o los marrones cotidianos son a la mente lo que el barro del camino es a las botas: se reseca y te ralentiza el paso.
Por eso, cuando igual que al llegar al final de la cuesta con la piedra o quitarnos las botas llenas de barro, uno se puede llegar a sorprender a sí mismo de lo libre que se siente y de que al final no ha sido tan difícil como imaginaba.
Potoshop mediante: Kuni Takamura Sensei
No tengo abuela y me tiro flores yo solo. Pero esta vez me parece aceptable como ha quedado. Clickando en la imagen se enlaza la original, que no se ve pixelada por blogger.
2 comentarios:
A mi me pasa eso a la hora de ponerme a estudiar. Una vez sentada en la mesa, divinamente oye. Pero aquello de saber que hay que ponerse y no encontrar el momento, ir a tomar un colacao, ordenar la habitación... o comentarte en el blog XD
Lo que yo te diga. Si al final es todo una cuestión de fricción y rozamiento.
Publicar un comentario