Por qué cuando vemos una serie de triángulos luminosos verdes cada vez con menor hipotenusa apilados, con un cuadrado de base y el contorno iluminado en fluorescente suspendidos en una calle del centro, asumimos que es un abeto y que ya es navidad? Aunque sea septiembre?
Qué extraño proceso neuronal nos lleva a dicha conclusión?
Y además, por qué coño un abeto?
Si en israel no saben qué es! Que allí es to desierto.
El simbolismo navideño y los adornos que engendra nunca dejan de inquietarme. Sí porque tú tienes un pesebre una noche de diciembre, que viene a ser la parte más cutre de una cuadra, a las afueras de un poblacho de pastores, con una mula cansina, un buey famélico, una parturienta postadolescente con contracciones que le coló a su marido que era virgen y el pagafantas que se la creyó sujetándole la mano y ayudándole con la respiración a la luz de un candil...
– Inspira y expira cariño, fú fú, agh agh, recuerda las clases!
(no hay nada más inútil que un hombre no médico ni enfermero titulado en un parto, salvo tal vez un post-it que no pega)
...tumbaos en paja, tos guarros y sudaos de un largo viaje. Y te imaginas en la escena un Papá Noel hinchable colgado del techo de una escalerita de plástico? O un montón de espumillón y bolas de colores brillantes de esas que te ves como si solo tuvieras nariz colgadas de las paredes?!
Joder, pues yo no!
Y mira que tengo imaginación...
Por qué ponemos lucecitas de navidad? Qué extraña simbología nos une a ellas?
Qué representan? Constelaciones? Y por qué no exigir una grande y gorda? De luz digo. Como las de las excavadoras que se encienden cuando ponen marcha atrás y suena ese doloroso PIIII PIIII PIIII. La pones encima del jeto del niño Jesús pa que guíe a los reyes magos y ya. Y si se la atas de sombrero, a la que empiece a gatear no lo pierdes por el pasillo, que te va iluminando como una ambulancia.
Que también lo del belén tiene tela...
Por qué el niño Jesús siempre es rubio de bote en los belenes? Pero si luego de mayor siempre tiene unas greñas a lo Camilo Sexto así marronacas que flipas! Donde se ha visto un rubio judío con coloretes? Si todos tienen los rizos esos en las patillas y la barba, que los he visto yo en la tele. Bueno, todos menos Krusty y el Doctor en Alaska.
Y las ropas que les ponen? Ahí to de togas súper caras con rebordes dorados. Y un anillo de oro para la cabeza que les tienes que clavar en el cráneo a la altura del cogote. Pa fliparlo neng.
No sé, en aquellos tiempos hacían muchas burradas, que no hay más que ver la peli esa del Mel Gibson, pero solo de pensar en atravesarle el cráneo a un niño rubito y adorable con varillas de oro se me revuelve el estómago.
Joder, pónselo de hierro oxidao! No oro neng, que es muy caro! Que el niño repelentemente bonico ya es rey de reyes, no le regales más nada en la vida ya, cony! Luego todo el mundo metiéndose con Felipe. Pero a este todos los años, patapám! Todo el puto planeta celebrando su cumpleaños. Aleee.
Y quién sabe cuando es el cumple del príncipe? Eh?
El caso es que eso es algo que siempre me ha jodido. Quien más tiene, siempre recibe más todavía. A la peña con dinero los bancos siempre les regalan cosas. Que si aspiradoras, que si vajillas... y los parientes cosas aún más caras, a ver si cae algo de vuelta. Ilusos... pocas veces se equivoca una cajera dándote el cambio, se va a equivocar un rico dándote... dándote algo.
Eso me hace pensar en los regalos. Sí, porque en estas fechas se vive un auténtico furor por comprar regalos. Todo cristo sale a comprar. Y nunca mejor dicho, porque Jesús también les compraba regalos por navidad a sus padres, lo cual era un sindiós, porque ellos le decían:
– Pero hijo, que es tu cumpleaños, el regalo te lo tenemos que hacer nosotros.
– Sí, pero es que es navidaaad! Y ya soy mayorcito para saber lo de Papá Noeeel (guiño) y los Reyes Maaagos... (guiño, guiño).
Así las cosas, si por causas de fuerza mayor, os veis obligados a pasar por el centro, veréis cienes de miles de personas histéricas porque han dejado las compras para el último momento, miles de millones de watios de luz dibujando trineos, renos, elfos, guirnaldas y cenefas a lo largo de kilómetros de asfalto navideño, un Santa Claus canijo en cada balcón más el de tamaño Super Size Me a la puerta de un bazar pakistaní y con un poco de suerte una torturadora letanía de villancicos por el hilo musical desplegado para estas fechas acabará de demenciarte. Como todos los años vaya.
Eso en españa.
En Suecia por ejemplo, encargan los regalos 7 meses antes y se los montan en casa la mañana de navidad. En silencio.
Son culturas.
El caso es que a mi todo esto me satura, porque no tiene gotica sentido. Pero nunca desesperéis, siempre puede ser peor. Aún no ha empezado la cuesta de Enero... Y siempre podrías quedarte atrapado bajo el muérdago en fin de año con Carmen Sevilla... o peor aún... entre Boris Izaguirre y Ramón García en capa!
Qué extraño proceso neuronal nos lleva a dicha conclusión?
Y además, por qué coño un abeto?
Si en israel no saben qué es! Que allí es to desierto.
El simbolismo navideño y los adornos que engendra nunca dejan de inquietarme. Sí porque tú tienes un pesebre una noche de diciembre, que viene a ser la parte más cutre de una cuadra, a las afueras de un poblacho de pastores, con una mula cansina, un buey famélico, una parturienta postadolescente con contracciones que le coló a su marido que era virgen y el pagafantas que se la creyó sujetándole la mano y ayudándole con la respiración a la luz de un candil...
– Inspira y expira cariño, fú fú, agh agh, recuerda las clases!
(no hay nada más inútil que un hombre no médico ni enfermero titulado en un parto, salvo tal vez un post-it que no pega)
...tumbaos en paja, tos guarros y sudaos de un largo viaje. Y te imaginas en la escena un Papá Noel hinchable colgado del techo de una escalerita de plástico? O un montón de espumillón y bolas de colores brillantes de esas que te ves como si solo tuvieras nariz colgadas de las paredes?!
Joder, pues yo no!
Y mira que tengo imaginación...
Por qué ponemos lucecitas de navidad? Qué extraña simbología nos une a ellas?
Qué representan? Constelaciones? Y por qué no exigir una grande y gorda? De luz digo. Como las de las excavadoras que se encienden cuando ponen marcha atrás y suena ese doloroso PIIII PIIII PIIII. La pones encima del jeto del niño Jesús pa que guíe a los reyes magos y ya. Y si se la atas de sombrero, a la que empiece a gatear no lo pierdes por el pasillo, que te va iluminando como una ambulancia.
Que también lo del belén tiene tela...
Por qué el niño Jesús siempre es rubio de bote en los belenes? Pero si luego de mayor siempre tiene unas greñas a lo Camilo Sexto así marronacas que flipas! Donde se ha visto un rubio judío con coloretes? Si todos tienen los rizos esos en las patillas y la barba, que los he visto yo en la tele. Bueno, todos menos Krusty y el Doctor en Alaska.
Y las ropas que les ponen? Ahí to de togas súper caras con rebordes dorados. Y un anillo de oro para la cabeza que les tienes que clavar en el cráneo a la altura del cogote. Pa fliparlo neng.
No sé, en aquellos tiempos hacían muchas burradas, que no hay más que ver la peli esa del Mel Gibson, pero solo de pensar en atravesarle el cráneo a un niño rubito y adorable con varillas de oro se me revuelve el estómago.
Joder, pónselo de hierro oxidao! No oro neng, que es muy caro! Que el niño repelentemente bonico ya es rey de reyes, no le regales más nada en la vida ya, cony! Luego todo el mundo metiéndose con Felipe. Pero a este todos los años, patapám! Todo el puto planeta celebrando su cumpleaños. Aleee.
Y quién sabe cuando es el cumple del príncipe? Eh?
El caso es que eso es algo que siempre me ha jodido. Quien más tiene, siempre recibe más todavía. A la peña con dinero los bancos siempre les regalan cosas. Que si aspiradoras, que si vajillas... y los parientes cosas aún más caras, a ver si cae algo de vuelta. Ilusos... pocas veces se equivoca una cajera dándote el cambio, se va a equivocar un rico dándote... dándote algo.
Eso me hace pensar en los regalos. Sí, porque en estas fechas se vive un auténtico furor por comprar regalos. Todo cristo sale a comprar. Y nunca mejor dicho, porque Jesús también les compraba regalos por navidad a sus padres, lo cual era un sindiós, porque ellos le decían:
– Pero hijo, que es tu cumpleaños, el regalo te lo tenemos que hacer nosotros.
– Sí, pero es que es navidaaad! Y ya soy mayorcito para saber lo de Papá Noeeel (guiño) y los Reyes Maaagos... (guiño, guiño).
Así las cosas, si por causas de fuerza mayor, os veis obligados a pasar por el centro, veréis cienes de miles de personas histéricas porque han dejado las compras para el último momento, miles de millones de watios de luz dibujando trineos, renos, elfos, guirnaldas y cenefas a lo largo de kilómetros de asfalto navideño, un Santa Claus canijo en cada balcón más el de tamaño Super Size Me a la puerta de un bazar pakistaní y con un poco de suerte una torturadora letanía de villancicos por el hilo musical desplegado para estas fechas acabará de demenciarte. Como todos los años vaya.
Eso en españa.
En Suecia por ejemplo, encargan los regalos 7 meses antes y se los montan en casa la mañana de navidad. En silencio.
Son culturas.
El caso es que a mi todo esto me satura, porque no tiene gotica sentido. Pero nunca desesperéis, siempre puede ser peor. Aún no ha empezado la cuesta de Enero... Y siempre podrías quedarte atrapado bajo el muérdago en fin de año con Carmen Sevilla... o peor aún... entre Boris Izaguirre y Ramón García en capa!

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1 comentarios:
"Y además, por qué coño un abeto?
Si en israel no saben qué es! Que allí es to desierto."
Ahí el milagro, hombre!!!!
(No estoy inspirada hoy)
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